Título:
Las puertas de Anubis
Autor:
Tim Powers
Publicación: 2ª edición en 2002
(original en inglés de 1983)
Páginas: 441
Bienvenidos
a un mundo donde los viajes en el tiempo son posibles. Donde la magia se
entreteje con la ciencia, y las cosas nunca son lo que parecen ser.
En
esta novela del norteamericano Tim Powers se entremezclan la fantasía, la ciencia
ficción, la recreación histórica (uno de los puntos más fuertes del autor) y las
aventuras de una forma magistral. Pero me quedaría corto si no incluyera los
romances, los misterios y el humor entre otros. Este libro ganó el premio
Phillip K. Dick en el año 1984, justo un año después de su publicación. Podríamos
decir que es la obra más conocida de Powers, y la que ha acercado su obra a
miles de lectores en todo el mundo.
La
historia nos presenta a Brendan Doyle, un académico especializado en el estudio
del romanticismo inglés que es contratado por un millonario que quiere realizar
un viaje en el tiempo para que sus clientes conozcan a Samuel T. Coleridge, el
poeta londinense. Así que se desplazan al Londres de 1810, donde las cosas
empezaran a torcerse para el protagonista, y casi sin darse cuenta se verá inmerso
en una telaraña de conspiraciones, asesinatos y misterios que intentará
resolver gracias a los nuevos contactos que hará en la ciudad.
El
autor entrelaza magistralmente varias subtramas por debajo de la trama
principal, y dota a cada una de ellas de una entidad suficientemente importante
como para que tengan relación con el protagonista y no sean meramente
decorativas. Maneja el recurso de los viajes en el tiempo de una forma más que
correcta, y juega con ellos y los movimientos de los personajes para
perfeccionar los aspectos de las tramas (cosa que si se hace mal, que no es el
caso, puede dificultar la comprensión). Otra característica del escritor que
plasma en su obra es la facilidad de transportarnos a los lugares mediante
descripciones detalladas. Utiliza un punto de vista en tercera persona
omnisciente total, y va cambiando de punto de vista en cada una de las escenas
(incluso a veces solapa algunas de ellas, utilizando el efecto Rashomon con maestría).
En
relación a la trama, hace falta destacar dos episodios. La transformación que
el protagonista sufre durante la novela, que aunque resulta algo previsible se
transmite con contagotas y eso ayuda al lector a ver la gradación del cambio.
Y, por supuesto, el efecto que produce en el lector que ha ido siguiendo la
trama la conclusión del capítulo 14 (donde las cosas encajan de una forma que
sólo un escritor que controle todos los aspectos de su historia puede logar con
tal eficacia). Si tuviera que hablar sobre las partes más flojas, hablaría del
final. Sobre todo la parte que ocurre en África y otras escenas del último cuarto
del libro, que parecen un poco atropelladas.
En
general, puedo decir que esta novela consigue atrapar el lector en sus
entresijos temporo-espaciales de la misma forma que consigue que tengamos empatía
por Brendan Doyle, un hombre sencillo que se tiene que adaptar a un nuevo
mundo.
PUNTUACIÓN DEL DRUIDA: 7,5/10
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